¿Cómo prevenir la obesidad?
Independientemente de las consideraciones de tipo estético, el sobrepeso y la obesidad son un importante factor de riesgo de sufrir varios trastornos generales y enfermedades, especialmente cardiovasculares y cáncer.
Se considera que, después del tabaco, la obesidad es el segundo factor de riesgo de sufrir cáncer. Se cree que hasta puede que su origen sea similar.
Es de vital importancia combatir -y con persistencia- la obesidad, y para hacerlo es conveniente seguir una dieta hipocalórica -dependiendo de las circunstancias de cada uno- y equilibrada; en principio con 55% de carbohidratos, 30% de grasas y 15% de proteínas.
No obstante, no basta con reducir la cantidad de calorías, también es importante tener en cuenta la calidad de los alimentos, por dos motivos. El primero: porqué de por sí puede influir en la pérdida de peso y el segundo: porqué siempre es necesario incidir en otros factores dependiendo de las circunstancias de cada paciente.
En la obesidad que nos ocupa, creemos que son 2 los factores que hemos de considerar: las grasas y la proporción entre los ácidos grasos omega 6 y omega 3, y el índice glucémico (IG). Y es que al mismo tiempo hay que evitar las grasas saturadas, las grasas trans y las grasas ricas en omega 6 (como los aceites de girasol, de maíz y soja), y por el contrario, potenciar las grasas monoinsaturadas (como el aceite de oliva) y sobre todo las grasas polinsaturadas tipo omega 3, tanto en las de cadena corta, como el ácido linolénico que se encuentra principalmente en la semilla de llinosa, como los de cadena larga, que los más importantes son EPA y DHA y se encuentran en el pescado azul y en los frutos secos, principalmente en las nueces. Es posible que a veces no sea suficiente la dieta y se recomienden los suplementos alimenticios de omega 3.
Por otro lado, hay que excluir de la dieta todos los alimentos que tengan un índice glucémico alto, como el azúcar, los dulces, las golosinas, el pan blanco, las harinas y los cereales refinados, los arroces y la pasta no integrales, el maíz, la miel, la malta de la cerveza, las patatas (a no ser que se cocinen con piel o sean de la marca "Nicola"). Se recomiendan los alimentos con índice glucémico bajo como las verduras, la fruta, las legumbres, el pan, la pasta y el arroz siempre y cuando sean totalmente integrales y ricos en fibra.
Y recordad, siempre: Somos lo que comemos.
Cabe destacar que una dieta contra la obesidad, para que sea efectiva tiene que ir siempre acompañada de un ejercicio apropiado y lo que es muy importante, una motivación psicológica adecuada.