Alimentos malos para la celulitis
La celulitis es un problema muy común en mujeres de todas las edades que consiste en una deformación del tejido adiposo de la zona del glúteo y las piernas. Suele aparecer en la adolescencia y además de un componente genético, hay otros factores que pueden influir en su aparición, como los hábitos de vida y la alimentación.
Para prevenir su aparición o mejorar el aspecto de la celulitis ya existente es esencial practicar ejercicio físico y no tener una vida sedentaria pero sobre todo tener una buena alimentación. Hoy te contamos qué alimentos debes evitar para prevenir la aparición de la celulitis:
Refrescos
Los azúcares añadidos presentes en los refrescos azucarados son perjudiciales para la celulitis además de aumentar la retención de líquidos. Muchos de ellos contienen caféina, la cual provoca retención de líquidos e interfiere en la oxigenación de los tejidos por lo que no aporta beneficios para tratar la celulitis a pesar de que haya creencias de que sí. Es preferible beber agua para mantenerse bien hidratado.
Comida rápida
Contiene grasas, sales y azúcares refinados además de muchos aditivos nocivos para la salud que aceleran la aparición de celulitis ya que aumentan la oxidación de las células.
Cereales de desayuno
La mayoría de estos alimentos, especialmente los destinados para niños contienen altas cantidades de azúcares y harinas refinadas, los cuales potencian la aparición de celulitis. Se trata de alimentos ultraprocesados que son perjudiciales para la salud. Los azúcares dañan las fibras de colágeno por lo que la piel pierde firmeza y puede aparecer celulitis, arrugas y líneas de expresión.
Pan blanco
La harina refinada tiene propiedades inflamatorias y muchos productos que se elaboran con ellas, como los panes industriales, contienen también levaduras difíciles de metabolizar. Es preferible consumir alimentos integrales para que la absorción de los azúcares se haga más lentamente y no sea perjudicial.
Embutido
Empeora el aspecto de la celulitis debido a su contenido en grasas de mala calidad como las que encontramos en otros ultraprocesados, además suelen contener grandes cantidades de sales que aumentan la retención de líquidos. es preferible optar por grasas esenciales como los presentes en alimentos como el aceite de oliva, el aguacate, el pescado o los frutos secos.
