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Vuelta a la rutina, sí, ¡pero sin estrés!

Hemos vuelto al trabajo y los más pequeños al cole, y no cabe duda de que esta es una época de estrés, después de la tranquilidad de las vacaciones de verano.


Estar estresado con demasiada frecuencia y durante mucho tiempo es perjudicial para nuestra salud ya que se desencadenan una serie de respuestas fisiológicas, y además aumentan los niveles de cortisol, que pueden provocar problemas de salud, tales como el aumento de peso, el aumento de la inflamación, la hiperglucemia y la fatiga suprarrenal.


Para combatir este estrés es recomendable una buena alimentación, practicar ejercicio físico y por supuesto dormir bien. Hay ciertos alimentos que hacen que el estrés sea mayor y es por ello que recomendamos no consumirlos en épocas de estrés:

Alimentos ricos en azúcar El estrés provoca que se libere cortisol, una hormona que también es responsable de regular los niveles de azúcar. Cuando se consumen alimentos ricos en azúcar (refrescos, bollería, golosinas, mermeladas, pasteles, yogures, zumos industriales, etc.) se produce un aumento de la liberación de cortisol, lo cual provoca problemas para conciliar el sueño, dolores de cabeza y antojos de snacks poco saludables, además de las fluctuaciones de azúcar en la sangre. En su lugar se recomienda consumir alimentos integrales y dormir bien para tener estables los niveles de azúcar y reducir así el estrés y el mal humor. Alimentos procesados

Los alimentos procesados como los refrescos, las patatas fritas, las galletas, los cereales de desayuno, la bollería, las salsas industriales, las carnes procesadas y los alimentos precocinados son muy ricos en azúcares refinados, grasas saturadas y sales que aumentan la sensación de bienestar como si fueran una droga, pero nutricionalmente no aportan vitaminas ni minerales. El alto contenido en azúcares provoca niveles fluctuantes de glucemia en sangre, lo cual afecta el estado de ánimo. Del mismo modo, las grasas saturadas disminuyen la secreción de la serotonina (hormona responsable del estado de ánimo) y el alto contenido en sodio y otras sales (como el glutamato monosódico) aumenta la retención de líquidos, la hinchazón, la tensión arterial y además puede provocar problemas a nivel cardiovascular a largo plazo. Alimentos con edulcorantes artificiales

Hay ciertos edulcorantes que pueden provocar problemas de salud, así como dolores de cabeza, desórdenes en el estado de ánimo, enfermedades metabólicas y también cardiovasculares. Además, aunque pueda parecer que es mejor tomar productos con edulcorantes, éstos pueden causar adicción a los productos con azúcar debido a que se produce una reprogramación de las papilas gustativas, que causa que cada vez se necesite consumir más dulce.


Alimentos con cafeína

La cafeína se encuentra, además de en el café, en algunos refrescos, bebidas energéticas, tés, etc. Beber una taza de café al día no influye de manera dañina pero tomar varias tazas, refrescos o alguna bebida energética al día supone un aumento de la sensación de estrés. El exceso de cafeína puede dar lugar a problemas en las glándulas suprarrenales al estimularlas en exceso, estimula el sistema nervioso, aumenta la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca, lo cual causa sensación de ansiedad.



Alimentos picantes



El estrés provoca que no se pueda procesar adecuadamente la comida, por ello es recomendable evitar el picante ya que puede provocar acidez, gastritis y digestiones difíciles.



Alcohol


El alcohol en pequeñas cantidades puede ayudar a relajarse tras un día de estrés pero en exceso puede causar lo contrario debido a que aumenta la producción de hormonas del estrés y la tensión arterial. Las bebidas alcohólicas destiladas, además, contienen grandes cantidades de azúcar, por lo que el efecto se multiplica. Además, el alcohol afecta al sueño, impidiendo muchas veces alcanzar el sueño profundo, lo que en ocasiones impide que nos sintamos descansados y aumente nuestro mal humor. Si evitas estos alimentos, llevas una alimentación saludable y equilibrada, y practicas ejercicio físico, reducirás la sensación de estrés y podrás llevar mejor la vuelta de vacaciones.


¡Ánimo!

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