¿Qué es el ayuno?
El ayuno se define como una abstinencia voluntaria del consumo de alimentos sólidos y estimulantes por un periodo de tiempo determinado para obtener diferentes beneficios. Llevan siendo utilizados desde hace muchos años en varias religiones, ya que se cree que ayudan a depurarse.
El ayuno está contraindicado para ciertas situaciones fisiológicas:
Embarazo y lactancia
Niños y adolescentes
Caquexia
Trastornos de la alimentación
Hipertiroidismo
Diabetes
Demencia e insuficiencia cerebrovascular avanzada
Insuficiencia renal o hepática avanzada
Enfermedades cardiovasculares
Existen varios tipos de ayuno:
Ayuno largo: se consumen únicamente líquidos como agua natural o infusiones durante semanas o meses.
Ayuno intermitente: puede ser de varios tipos pero suele implicar el consumo de alimentos cada 12 horas o más.
Ayuno de días alternados: días de ayuno completo y días de consumo libre de alimentos.
Ayuno periódico: suele ser un ayuno de 1 día a la semana.
Puede tener varios beneficios, siempre y cuando esté controlado por un especialista:
Pérdida de peso y de grasa corporal (si se tienen en cuenta el tipo de alimentos y calorías ingeridos)
Mejora la sensibilidad a la insulina
Aumento de energía
Reducción del colesterol
Pero también hay que tener en cuenta los inconvenientes y los efectos secundarios:
Dolores de cabeza
Hipoglucemias leves
Cambios en los niveles de electrolitos
Calambres musculares
Dolor agudo en la espalda
Retención de líquidos
Cambios en los patrones de sueño
Acumulación de grasa
Desregulación hormonal
Los beneficios del ayuno terapéutico son innegables si se hace muy de vez en cuando como forma de depuración, pero saltarse el desayuno o cualquier comida como una norma o rutina no es lo óptimo para nuestra salud.
Si quieres llevarlo a cabo tienes que tener en cuenta todo lo que conlleva, hacerlo de forma controlada y consultarlo con un especialista debido a los riesgos que tiene para la salud.